Pero Cobra Kai nunca muere
Es momento de despedir como corresponde a este programa y si duda estamos llenos de nostalgia ya que sin duda hace aproximadamente 7 años iniciamos este perfil escribiendo de como si duda Cobra Kai era de esas series que impulsaba el deporte y mucha nostalgia haciendo que nos unamos las familias nuevamente para ver una nueva historia enfocada al karate, y es que a lo largo de 6 temporadas y más de 40 años de historia dentro del mundo de Karate Kid, dejándonos con muchos aprendizajes y con ganas de ver más de este universo.
Pero no podemos iniciar esta opinión sin avisarles que esto contiene muchos spoilers.
Primero que nada omitiendo que dividieron esta temporada en 3 y que dentro de esta ultima parte los 2 primeros episodios no son muy buenos e incluso me dio un poco de sueño, pero mi compromiso estaba con ellos porque lo sabemos aquí venimos por las peleas y no por la historia y comprendido eso podemos quitarnos de la cabeza porque varios personajes no tiene ordenes de aprensión o los están buscando porque se escaparon de la cárcel, omitiendo eso, los tres últimos que terminaron la serie lo hicieron por todo lo alto ofreciendo un cierre de excelencia en todo sentido.
Las idas y vueltas que tuvo este programa a lo largo de los años con los personajes y rivalidades de dojos tenían que terminar con todos unidos haciendo honor al nombre del mismo: Cobra Kai, porque, aunque les duela a varios está no es la historia de Daniel, es de Johnny, y sin duda el Sekai Taikai culminó con los ganadores que tenían que consagrarse campeones: Miguel y Tory obtuvieron su merecido lugar. El resto del elenco si bien en esta entrega, pero si quedaron súper nerfeados, supieron tener sus respectivos momentos de gloria en temporadas previas como Hawk, entre otros. Robby no, pero bueno, ganó muchas otras cosas.
Ahora a lo importante: Johnny Lawrence finalmente llegó a la cima y tuvo su desenlace perfecto. Logró convertirse en el verdadero Karate Kid como lo diría Barney en How i met your mother, si con la ayuda de Daniel LaRusso, quien le enseñó mucho, incluyendo sabiduría de Miyagi, además que Daniel enmendó sus errores y aprendió de ellos para renacer junto a Johnny y encontrar el equilibrio.
William Zabka dió una actuación increíble que es digna de reconocimiento. Amaría verlo en los Emmys, un sensei frustrado superándose tras 40 años.Zabka se cargó una serie y una temporada al hombro, y no se diga la escena que tiene con Kreese, al final del día el final fue perfecto, emotivo, nostálgico, bello, enfocándose en lo que importa, con un arco maravilloso como el arrepentimiento y redención de John Kreese, quien se disculpó y ayudó a Johnny, su muchacho, no solo eso sino que se sacrificó por el dando su vida para que Terry Silver no vaya por su familia, acabando con el mal de raíz.
La serie termina con un gran mensaje.
Miyagi le dice a Daniel que quien logra atrapar la mosca lo tendría todo en la vida y así fue para ambos. Daniel y Johnny la atraparon, pero cada uno a su manera, a su estilo y a sus creencias.
