Por Roberto Cota Briceño
Hace algunas semanas se supo de la triste noticia del fallecimiento de Hulk Hogan, leyenda de la lucha libre de los USA y conocido en todo el mundo por su paso por diferentes compañías de Wrestling, siendo obviamente la más conocida, la WWE.
Esta semana se dio a conocer que el legendario luchador fallecido en junio de este año, dejó bienes valorados en alrededor de cinco millones de dólares, de los cuales su hija Brooke Hogan no recibirá nada. Ella ha roto el silencio tras anunciarse que su hermano Nick, fue designado como el único heredero: “La decisión de mi padre no me sorprende. Es lo que pedí, lo respaldo sin arrepentirme. Mi papá sabe que soy una trabajadora incansable y que he sobrevivido sin su dinero durante mucho, mucho tiempo”, mencionó en una entrevista con TMZ.
La exclusión de Brooke no es producto de algún problema reciente con su padre, pues fue ella misma quien pidió ser retirada del testamento en 2023, cuando la relación con su padre se había vuelto más distante. En aquél entonces, ella declaró que se apartó por decisión propia para “proteger su corazón”.
“Todo lo que realmente quise de mi padre fue amor, honestidad y una conexión profunda, y durante algunos años especiales lo tuve, con recuerdos que durarán toda la vida”. Además, tras la muerte de Hulk Hogan, la joven aclaró que nunca existió un quiebre absoluto con el luchador o una “gran pelea”.
Brooke es propietaria de una firma de diseño interior creada en 2018 y está casada con el exjugador profesional de hockey Steven Oleksy, en enero de 2025 se convirtieron en padres de gemelos.
Documentación judicial confirma que Nick Hogan fue nombrado como el único beneficiario del patrimonio de su padre, el cual según se sabe incluye 200, 000 dólares en criptomonedas, 799,000 en bienes personales e intelectuales y los derechos de publicidad del luchador, tasados en alrededor de cuatro millones de dólares. El inventario no incluyó las propiedades inmobiliarias de Hulk, entre ellas dos casas en Clearwater Beach, Florida, valuadas en conjunto en más de 11 millones de dólares. Dichos vienes podrían estar registrados en fideicomisos o sociedades.
