Por Roberto Cota Briceño
Hace algunos días les trajimos la noticia de que el gobierno japonés había presentado una queja formal a OpenAI pidiendo que cesen en el uso de personajes de anime que tiene copyright para entrenar a su nuevo modelo generador de video, Sora 2. Ahora se sabe que Studio Ghibli, el mítico estudio de animación japonesa, junto a una coalición de importantes publishers japoneses ha enviado un ultimátum a OpenAI exigiendo lo mismo.
La solicitud fue formalizada a través de la Content Overseas Distribution Association (CODA), una organización que representa a grandes holders de propiedad intelectual japonesa, incluyendo compañías de videojuegos clave como Square Enix y Bandai Namco.
En su carta, la CODA es contundente, pues pide que OpenAI debe abstenerse de miembros de CODA para el entrenamiento de Sora 2 sin una autorización explícita y previa. Además, OpenAI debe responder formalmente a las reclamaciones e investigaciones de las empresas miembro de CODA relativas a la infracción de derechos de autor vinculada a las producciones generadas por Sora 2.
Pero la amenaza que supone OpenAI no solamente se limita al anime; el arte, el lore y el diseño de personajes de videojuegos populares como Final Fantasy y Dragn Ball podrían ser replicados o diluidos por herramientas de IA como Sora 2. El grupo de creadores insiste en que si bien la IA debe crecer, no puede hacerlo a costa de los derechos y el trabajo de los artistas que han pasado décadas creado el contenido cultural que hoy define a Japón. La carta de CODA es un mensaje directo a Sam Altman, CEO de OpenAI y sienta un precedente legal significativo a nivel global sobre los límites éticos y legales del entrenamiento de modelos de Inteligencia Artificial generativa.
Hasta el momento, OpenAI no ha emitido una declaración oficial detallando como planea abordar las demandas específicas de CODA y los creadores japoneses.

