LLega nuestra reseña de “Titans” temporada 3: Buenas intenciones, no tan buenos resultados

LLega nuestra reseña de “Titans” temporada 3: Buenas intenciones, no tan buenos resultados
Titans temporada 3 cortesía Delorean Milenario

Por Roberto Cota

El día de hoy les traemos la reseña de temporada 3 de Titans, que recientemente ha estrenado en Netflix y debemos decirlo, con bastantes sinsabores para comentar, pero tenemos un compromiso con la audiencia y hemos aguantado estoicamente para traerles lo más destacado (o no) para comentarlo con ustedes.

La temporada tres comienza con un hecho conocido por los fans, como lo es la muerte de Jason Todd en Gotham City a manos del Joker, justo como sucede en los cómics, sin embargo, falta el contexto de la madre de Jason Todd de la cual vimos su destino fatal, junto al de Jason en el arco de Muerte en la Familia, aquí pareciera que este hecho de incluir la muerte de Jason carece de justificación.

De entrada, la acción de esta tercera temporada se desarrolla enteramente en Gotham, hecho que también viene a retomar el debate de por qué una historia de los Titans se desarrolla en Gotham, donde vemos la aparente muerte de Jason, donde el villano principal es Scarecrow y pues aunque hay algunas subtramas que si son propiamente de los Titans, pero son eso, historias secundarias.

Scarecrow logra “revivir” a Jason, usando uno de los Pozos Lázaro, quien contrario a los cómics, puede usarse más de una vez, cosa que podemos ver conforme avanza la serie, y se suma a una serie de cuestiones que parecen bien intencionadas pero al final no logran cuajar bien, como el hecho de incluir a Bárbara Gordon, quien ahora sustituye a su padre como Comisionada de Policía de Gotham, las menciones de villanos de Batman como Riddler, Joker, Ra’s Al Ghul y Selina Kyle, aunque nunca los vemos, también el hecho de que Oracle aparece pero no es Bárbara Gordon, sino que es una especie de IA, un poco como pasó con Iron Man y Jarvis.

Exceso de violencia, muchas veces a mi parecer injustificada, intentos también de darle un matiz tipo Guardianes de la Galaxia al momento de meter chistecitos, bailes y canciones cuando menos te las esperas, así como las apariciones de personajes que no respetan ni un poquito la versión original, como en el caso de Tim Drake quien  no solamente es totalmente diferente (en cuanto a físico) con su contraparte de los cómics, sino  que además también su background es distinto pues su madre y hermanos están vivos, son con rasgos asiáticos y su padre es afroamericano y él no es ni de rasgos asiáticos ni afroamericanos, #porqueNetflix.

Muertes sin sentido, resurrecciones sin sentido y un intento de darle fuerza a la serie utilizando elementos de la batifamilia que finalmente logran el sentido opuesto, como la desaparición forzada de Batman quien supuestamente después de matar al Joker decide exiliarse y al final de la serie simplemente regresa, pero a pesar de haber matado al Joker todo parece perdonado, sin ninguna repercusión aparentemente. Simplemente, habiendo muchísimas historias de los Titans que pudieron haberse adaptado, con el tema precisamente de traiciones como las de Terra y Jericho, ahora decidieron hacer que la traición hacia los Titans fuera de Jason.

Esta tercera temporada, en mi opinión no termina de cuajar, no termina de ser completamente Titans ni una historia de Batman y queda en un tibio intento de hacer una buena intencionada historia, pero no se logra al final y eso se ha notado, ya que esta tercera temporada no ha levantado comentarios ni buenos ni malos y eso, para un producto del que se espera mucho, no es una buena señal.