En el mundo de Disney de los live action se han convertido en una moneda al aire para el público ya que hay quienes lo celebran y otros odian como modifican sus historias infantiles, en el caso de la sirenita llega a ser una fiel adaptación con sus pequeños cambios. Si bien en los últimos años las películas que se han traído al live action no han sido las mejores recibidas por la crítica y el público si se ha visto en los últimos años un cambio favorable para la empresa dándonos una versión más innovadora del cuento clásico de esta sirena.
Rob Marshall es quien encabeza esta película y podemos apreciar su nivel de dirección teatral en esta película dándonos momentos dignos de una obra musical de Broadway en donde volvemos a conocer la historia de Ariel quien es una sirena de aproximadamente 16 años quien cuenta con una gran curiosidad por el mundo de los humanos, pero todo esto es casi imposible ya que no cuenta con la aprobación de su papá, el Rey Tritón.
Una de las realidades que esta adaptación sufre sin duda es el elenco y aquí no hablaremos de su protagonista al contario el rol de la sirenita por Halle Bailey es un gran acierto, ya que en sus escenas logra cautivar con su gran vox en todo momento y te cautiva ese espíritu aventurero que tiene el personaje, pero alrededor de ella se carece de apoyo por ejemplo no existe un trasfondo de Úrsula de Melissa Mccarthy siendo una villana incomprendida hermana del rey y en momentos que tendría que brillar y explotar mas en pantalla se siente muy plana dejándonos con esas ganas de cantar o decir los diálogos exagerados del personaje del que ese está basando.
En esta nueva visión del director tenemos una versión de dos horas y quince minutos más que la animada, dándonos 2 canciones nueva a cargo de Lin Manuel Miranda que podría decir que se pudieron excluir ya que hacer ver al príncipe como un personaje sacado de un video musical de los 90s además de un rap ya muy referente a las canciones que llega a hacer Lin Manuel a su estilo de Hamilton.
La realidad es que mucho de ese material extra podría no estar ahí y no haría mucha diferencia, salvo algunas excepciones cómicas.
De alguien que si tenemos que aplaudirle es al actor que interpreta a Sebastián (Daveed Diggs) quien nos hace mas ligera esta trama generando grandes momentos de risas entre la película.
Algo que debemos tener claro es que esta adopción está situada en un isla ficticia del Caribe con esto justificando el cambio más notorio que todos se han quejado, algo que también hay que tomar en cuenta que por momentos en las escenas de debajo del mar primordialmente en la primera parte llegan a hacer muy oscuras, impidiendo que logres apreciar lo maravilloso que es el mundo marítimo en estas.
Si bien al final Disney cumple presentando un producto llamativo con vario errores para los fanáticos de este cuento de fantasía saldrán fascinados.