Wonder Woman 84

Wonder Woman 84
Cortesía WB

Bien, mal, meh:
Wonder Woman 84

Roberto Cota

Es importante mencionar que esta reseña contiene spoilers, por lo que si aún no has visto la película, leer esto debe ser bajo propio riesgo.

Para nadie es un secreto que la pandemia de COVID-19 ha trastornado nuestra vida en este 2020 y seguramente lo seguirá haciendo durante buena parte de 2021 por lo menos. Por supuesto una las tantas industrias golpeadas es la cinematográfica que ha tenido que posponer fechas de estreno en el mejor de los casos o hasta tener que poner en pausa proyectos o cancelarlos.

Tal es el caso de la producción que de la cual vamos a hablar en esta ocasión: Wonder Woman 84  (o WW84 como también se le llama) la cual tuvo que ir retrasando su estreno que inicialmente era el 5 de Junio de 2020, posteriormente se movió a Agosto, luego a Octubre y finalmente se ha estrenado en estas fechas navideñas, parte en streaming y parte en cines.

Esta espera ha hecho que estemos más ansiosos por su estreno, también porque en su momento la primera entrega de Wonder Woman con Gal Gadot supuso una luz (tal vez inesperada) dentro de las recientes películas de DC las cuales aún trataban de reponerse de los sinsabores que dejó BvS. En esa primera entrega, Diana Prince llegaba a un mundo de los humanos que desconocía y trataba de entender los motivos por los cuales se comportaban de cierta manera, en esta segunda entrega Diana Prince está mucho más acoplada a ese mundo, pero no por eso encaja en él.

Si bien la primera entrega mostraba un mensaje un tanto velado de que “las mujeres pueden hacer lo mismo que los hombres y hacerlo mejor”, puesto que el contexto de la primera guerra mundial y el romance entre Diana y Steve Trevor se mostraban como la idea principal, en esta segunda entrega, aunque repite Geoff Johns en el guión, también se ha incluido a la misma Patty Jenkins ( quien vuelve como directora) y a Dave Callaham,  al parecer tener tres personas escribiendo un guión no fue lo mejor para la franquicia.

WW84 tiene serios problemas de guión, la historia tiene unos hoyos que nos hacen hacer facepalm más de una vez, un villano no tan villano (interpretado por el mandaloriano Pedro Pascal) que sinceramente no termina de cuajar y quizás el punto más notable de la historia es que contrario a lo que había logrado la primera entrega, de mostrarnos el Girl Power de una forma fresca e inspiradora, en esta segunda llega a un exceso donde más que  tratar de demostrar que las mujeres son capaces de lo que sea, parece que se trata de demostrar que los hombres somos una porquería.

Los primeros 30 minutos de la película se tratan de demostrar como los hombres somos malvados (haciendo menos a las mujeres, mintiendo, atacando, dispuestos a matarlas por salvar su propia vida, siendo misóginos y aprovechados) quedando mucho más de manifiesto en la escena donde un borracho en el parque hostiga a Barbara Minerva y es rescatada (cual Superman a Lois Lane) por Diana Prince.

Hago una pausa para mencionar que no quiero que se malentienda lo que trato de decir, es obvio que el género femenino ha sido menospreciado, denostado y agredido por el género masculino desde hace milenios, y es muy válido que se quiera mostrar ese poder femenino en todos los medios posibles y que los hombres cambiemos nuestra forma de dirigirnos hacia las mujeres cuando llegamos a molestarles y por supuesto que Patty Jenkins está en su derecho de mostrar en SU película las situaciones que ella considere necesarios, lo que estoy diciendo es que a diferencia de la primera entrega  de WW (también dirigida por Jenkins) en esta ocasión se muestra de una manera muy burda y obvia, nos quedó claro desde los primeros 15 minutos, no era necesario a mi parecer seguir abundando en el tema durante más tiempo durante la película.

Decíamos de los hoyos en el guión, Steve Trevor regresa, pero no regresa, se usa demasiado tiempo en situaciones que no aportan demasiado a la película, como el hecho de elegir que ropa va a usar Steve para salir con Diana, por ejemplo. Hay momentos en los que no se sabe si es una película cómica, una película romántica o que es lo que estamos viendo, puesto que Wonder Woman como tal aparece cuando mucho dos veces en la primera hora de película. Estas situaciones hacen que la película sea demasiado larga, con un ritmo a veces semi lento y que hacen que ésta sea más larga de lo necesario. Quizás el punto más decepcionante de la película sea el cómo se usó la armadura dorada de WW en esta historia, si nos basamos en los cómics, Diana Prince solamente usa la armadura en situaciones de enfrentar villanos realmente poderosos, no es por ningunear a Cheetah, pero aunque en esta película se trata de demostrar que es una villana super poderosa, no ameritaba que Diana usara la armadura y queda como mero Fan Service. Por cierto, mucho fan service, muchas escenas de WW en cámara lenta, mucho, mucho fan service.

No todo es malo, hay puntos rescatables en la película como ver por primera vez el avión invisible o el hecho de que veamos a Wonder Woman volando por primera vez; también el hecho de que esta segunda parte sea Diana quien enseñe a Steve el mundo y cómo se comporta la sociedad, puesto que Steve murió hace varias décadas e ignora todos los avances tecnológicos y sociales que se han tenido en el mundo desde entonces.

Entre los puntos rescatables de esta película está la actuación de Kristen Wiig a quien no habíamos visto interpretar a un personaje de este rango, obviamente la conocíamos haciendo personajes de comedia tanto en cine como en tv (concretamente en SNL donde logró crear fantásticos y divertidos personajes), Kristen es una verdadera revelación a pesar del guión.

Muy rescatable también el poder ver de nuevo a Lynda Carter en una película de Wonder Woman, aunque no sea como WW, pero si ligada al pasado del personaje, pero no siendo el personaje ¿Recuerdan que dije “hoyos en la trama”? Aunque como homenaje para la actriz es más que merecido.

En conclusión, WW84 es una película digna del 2020, un año de sinsabores, un año de decepciones y donde hemos tenido que tomar lo que hay porque realmente hemos tenido poco.